EL MILITARISMO (III) EN VENEZUELA Por Víctor José López
VENEZUELA, UNA LUCHA PERMANENTE ENTRE LA BARBARIE Y LA LIBERTAD (III)
"Dígale a Fidel Castro que cuando Venezuela necesitó libertadores,no los importó,los parió"
Rómulo Betancourt
Por Víctor José López
Al caer el régimen militar, autócrata y dictatorial de Marcos Pérez Jiménez, las Fuerzas Armadas venezolanas estaban divididas: El perejimenismo por un lado un lado, con oficiales muy cercanos al general Pérez Jiménez : Abel Romero Villate, Roberto Casanova, Oscar Tamayo Suárez, Oscar Mazzei Carta, el famoso general Prato, Luis Felipe Llovera Páez, Ramón Mármol Luzardo, José Antonio Cova Rey, Orángel Zambrano, Alberto Paoli Chalbaud y Ángel Vargas ... y el ala ultra conservadora y reaccionaria con Hugo Fuentes y José María Castro León como la figura más visibles. Los militares afectos al partido Acción Democrática (AD), calificado como el Grupo de Militares Institucionalistas y un tercer grupo muy interesante, de militares con marcada y manifiesta tendencia izquierdista que bien podría considerarse como el germen de lo que más adelante sería el chavismo. Recordamos entre los militares ubicados en los siniestros terrenos de la política a Juan de Dios Moncada Vidal un todo terreno que un día llevó la cachucha contra la dictadura, otro se alzó en contra de la Junta de Gobierno en 1958, más tarde Moncada Vidal invadió con Castro León desde Colombiay, al final, fue comandante de la Fuerza Armada de Liberación Nacional dejándonos en herencia su hijo Samuel Moncada ministro para Relaciones Exteriores de Venezuela en reemplazo de Delsy Rodríguez. Ha sido Samuel Moncada se embajador de Venezuela ante el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y como jefe de la Comisión Presidencial ante el Movimiento de Países No Alineados (Mnoal).
Otros personajes son Manuel Azuaje, Alí Chalbaud Go- doy, Oscar Pérez Arévalo, Jesús Teodoro Molina Villegas, Pedro Vegas Castejón, Héctor Fleming Mendoza, Pedro Medina Silva o Víctor Hugo Morales Monasterio entre los muchos considerados de revolucionarios de la izquierda, antecesores de la oficialidad que formaría al chavismo en las escuelas militares.
Aquellos oficiales formaban parte de los vinculados políticamente al Partido Comunista de Venezuela (PCV) y a los grupos subversivos como el FLN junto a los ciudadanos civiles como los hermanos Guillermo, Antonio y Servando García Ponce, Douglas Bravo, Eloy Torres, Germán Lairet, Simón Sáez Mérida.
Éste fue el sector que con mayor violencia se enfrentó al gobierno de Rómulo Betancourt. Grupo militar que apoyó el asesinato de policías, atracos a bancos, secuestros de personalidades, fueron los militares que condujeron acciones que consideraban revolucionarias y que fueron calificadas como de guerrilla urbana. Las que dieron paso a la insurgencia de la guerrilla invasora, la apoyada por Cuba con órdenes de Fidel Castro. Hoy la bandera de Cuba, luego que nuestros ejércitos derrotaran a los cubanos en suelo venezolano, ondea en muchos cuarteles militares venezolanos, incluido Fuerte Tiuna.
Hubo un cuarto grupo calificado de Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), fueron los militares con estrechos vínculos a las directrices de Washington, y que fueron formados profesionalmente bajo los planes y cursos del Colegio Interamericano de Defensa. Estos oficiales dirigieron la lucha antisubversiva y crearon los cuerpos de cazadores antiguerrilleros y los Teatros de Operaciones (TO) durante el gobierno de Raúl Leoni y de Rafael Caldera.
Entre los institucionalistas y el sector DSN existieron fuertes vínculos y relaciones profesionales, y de todo tipo, hasta el punto en que oficiales institucionales de vinculados a AD, se convirtieron también en jefes militares de la lucha anticomunista, obviamente también AD gobernó durante todos estos años. Esta situación expresaba una profunda y objetiva división de los militares venezolanos de la época entre pretorianos y profesionales.
Con el gobierno del Rómulo Betancourt, vencedor en las elecciones del 8 de diciembre de 1958 “se inicia así un hacer política que, conocido con el nombre de Punto fijismo, que dominará la política venezolana por los próximos cuarenta años, hasta vivir una crisis que dará paso hacia1998 a otra manera de hacer política, definida ésta en la Constitución de 1999, como una “democracia participativa y protagónica”.
El decenio de los años sesenta hereda del perejimenismo una nación convertida en galleta política: Un pedazo es el cuadrilátero histórico formado por Acción Democrática, el parido Social Cristiano Copei, Unión Republicana Democrática y el Partico Comunista de Venezuela, representados por cuatro dirigentes históricos, Gustavo Machado, Jóvito Villalba, Rómulo Betancourt y Jóvito Villalba. El revulsivo provocado en la sociedad por el auge de la política cotidiana estimula la creación de nuevos partidos como el FDP en apoyo a Wolfgang Larrazábal y creado por el Turco Dáger, Frente Nacional Democrático de don Arturo Uslar Pietri y quien ahora es destacado director de un gran movimiento de orquestas, el Profesor José Antonio Abreu. El Movimiento Electoral del Pueblo, con líderes de la disidencia adeca como “El indio” Jesús Ángel Paz Galarraga opuesto al Copei de su sobrino Oswaldo Álvarez Paz y su fundador, el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa “El orejón Prieto” y más adelante hombres íntegros como Raúl Ramos Giménez que había dejado atrás las huestes de Acción Democráticao de militar en el MEP fundar ARS, inspirado, dicen, en el slogan de la agencia de publicidad ARS “permítanos pensar por Ud.”
¿Y a todas estas que ocurría entre los militares?
Los militares estaban en la mira de la más radical de las izquierdas, ya en el punto de vista soviético o según la consideración cubana, coincidían en su análisis al concluir que en que las Fuerzas Armadas son “el aparato de fuerza más importante de las clases dominantes y del imperialismo”.Este documento secreto, que llegó a conocerse en todo el mundo, fue elaborado por el Partido Comunista de Venezuela en 1964. Se consideraban los movimientos clandestinos FLN (Frente de Liberación Nacional) y FALN (Fuerza Armada de Liberación Nacional) las dos fuerzas organizadas por el Partido Comunista de Venezuela como los estamentos que sostuvieron la guerrilla, la conspiración, atracos a bancos y secuestros de personalidades. Asesinatos a policías y organización de conflictos laborales.
Mientras los comunistas jugaban al terror, el Pacto de Punto Fijo se consagró formalmente con la representación de AD y Copei y, temporalmente, URD, hasta desarrollar durante la presidencia de Betancourt un sistema no escrito, tan secreto como el de los comunistas, que lo conocía todo el mundo . un pacto que incluía la consulta para las decisiones fundamentales
a.- La Iglesia Católica, a través de su más alta jerarquía; b.- Los Trabajadores, a través de la CTV c- Los Empresarios, a través de Fedecámaras y d.- Las Fuerzas Armadas, a través del Alto Mando Militar.
La Constitución Nacional de 1961 estableció una estructura fundamental que concebía a las Fuerzas Armadas como institución propia de un Estado Democrático, creada y organizada a su imagen y semejanza, donde el nuevo rol de las Fuerzas Armadas Nacionales quedó plasmado en su artículo 132: “Las Fuerzas Armadas Nacionales forman una institución apolítica y no beligerante, organizada por el Estado para asegurar la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones democráticas y el respeto a la Constitución y las leyes, cuyo acatamiento estará siempre por encima de cualquier otra obligación. Las Fuerzas Armadas Nacionales estarán al servicio de la República y en ningún caso al de una parcialidad política”.
En medio del rifirrafe o pulso inútil entre el Comunismo internacional con el régimen democrático criollo, la Fuerza Armada recogió del olvido el pacto que existía desde 1946, fresco el olor a la pólvora del Golpe de 1945, el pacto de la nación con los Estados Unidos de América y la presencia de la Misión Militar de USA. Consideraron los camaradas que este pacto debilitaba la tradición del Ejército Libertador de Venezuela, pues aparte de adiestramiento antiguerrillero a los militares en los Estados Unidos, España y Panamá, la Fuerza Armada se convirtió en instrumento contrarrevolucionario y antinacional.
Simón Sáez Mérida, en su iracundo ataque a Rómulo Betancourt, expresado en su libro “La cara oculta de Rómulo Betancourt, proyecto invasor de Venezuela por tropas norteamericanas”. – título basta para catar el odio vertido convertido en tinta en las páginas escritas por Sáez Mérida-, se expresa: -La diplomacia de los Estados Unidos le otorgó al experimento político venezolano sitio privilegiado, en primer lugar por el peligro de “otra Cuba” en el emporio petrolero y en segundo lugar por la inconveniencia de una dictadura militar.
Sin embargo la pujanza de la izquierda en los primeros años de la década de los años sesenta y la ofensiva que en su contra había detectado el gobierno de Betancourt indujeron a los Estados Unidos a tomar medidas de pre- caución. John Fitzgerald Kennedy tuvo alta valoración de Betancourt y su gobierno y el compromiso sostenido, lo que Estados Unidos tiene que defender en Venezuela: petróleo, refinerías, oleoducto, etc. “Las peticiones reiteradas de Rómulo a los Estados Unidos para que fijara líneas enérgicas contra el golpe de Estado, las amenazas contra los militares venezolanos, de que “habrá sangre” si intervinieran contra el gobierno de Rómulo Betancourt y la primera fórmula ensayada: enviar los marines a Venezuela a petición del presidente, mediante la resolución aprobada durante los tumultos contra Nixon en 1958 en Caracas: “Cooperar si el gobierno lo solicita”, vieja fórmula, casi diríamos que eterna, manejada por el gobierno norteamericano para en- cubrir sus intervenciones.
En 1967 Fidel Castro rompió con el Partido Comunista de Venezuela, el aliado de la Revolución Cubana. Los comunistas criollos en 1963 escogieron el camino de la lucha armada para derrocar el gobierno de Venezuela. El divorcio tuvo como consecuencias la deserción de guerrilleros como Douglas Bravo, Luben Petkoff y Francisco Prada. Como todo divorcio la separación estuvo precedida de una etapa polémica que si tu dijiste o tu hiciste, en la que se vio envuelto Jesús Faría, comunista icónico en Venezuela, que se atrevió rebatir públicamente a Fidel Castro que atacaba a los comunistas venezolanos a los que siempre pretendió meter en cintura, exigiéndoles disciplina y obediencia, declarando que el líder cubano “confundió la amistad con el pueblo, con el culto a su persona”.
Líderes como Francisco Prada, - fallecido en 2014 era trujillano, de Escuque, personaje fundamental en la lucha armada venezolana de los años 60, 70 y 80; y el mítico Douglas Bravo, que desde los doce años era comunista inscrito en el PCV. Douglas fue jun guerrillero carismático y activo que creó el frente “José Leonardo Chirinos” que en 1966 se apartó del partido comunista para fundar el Partido de la Revolución Venezolana (PRV) y asociarse con los grupos terroristas de la FALN y de la FLN. El partido PRV logró in filtrarse en el ejército, al punto que militares como Hugo Chávez militaron en esta organización hasta 1986.
Hay que señalar la injerencia muy directa de Cuba en la lucha armada en Venezuela. Un conflicto con dos bandos, el invasor del comunismo contra la democracia. Conflicto de promovió y que dirigió Fidel Castro colocando al frente desde el primer combate a su general estrella, Arnaldo Ochoa Sánchez, Héroe de la Revolución de Cuba que más tarde sería fusilado por orden de Fidel Castro el 13 de julio de 1989. ¿Motivos? Hay quien asegura exceso de popularidad tras sus triunfos militares en Angola. Otros, porque estuvo metido de cabeza en el negocio del Narcotráfico. ¿La verdad? Pues son pocos los elementos que probarían una u otra cosa. Como todo lo que rodea a la Revolución en Cuba y al Comunismo Internacional.
“En horas del amanecer del jueves 13 de julio de 1989 se aplicó la sentencia a pena de muerte dictada por el Tribunal Militar Especial en la Causa contra los sancionados Arnaldo Ochoa Sánchez, Jorge Martínez Valdés, Antonio de la Guardia Font y Amado Padrón Trujillo”, publicó la revista Bohemia en una nota de una pulgada. Ochoa Sánchez y los coacusados fueron sometidos a un proceso sumarísimo que transcurrió en apenas 30 días; según el mismo Fidel Castro, fue el silencio de Ochoa quien lo condujo a la muerte”.
Fue juzgado a la cubana, por Tribunales Militares Especiales, tribunales que Nicolás Maduro impone hoy en Venezuela para sentenciar a todo aquel que como ordena la Constitución está en su derecho a manifestar, protestar y reclamar por sus derechos. Lo que sí es cierto es que esos guerrilleros venezolanos, encabezados por Douglas Bravo fueron derrotados por el Ejército de Venezuela, un estamento hoy infiltrado por mi- litares y políticos cubanos. Cubanos invasores derrotados en Machurucuto en 1967. Machurucuto ha sido calificado más como un incidente que como una invasión. Fue el 9 de mayo cuando un pescador descubrió unos botes abandonados en la playa que se lo notificó a las autoridades. Descubiertos los guerrilleros fueron perseguidos por la Guardia Nacional la noche del 10 de mayo y la madrugada del 11, cuando las Fuerzas Armadas Venezolanas dieron muerte a ocho de los guerrilleros de los 10 capturados. Dos huyeron, uno de ellos fue Fernando Soto Rojas que ahora hace vida política como militante del PSUV y que hasta hace poco diputado y presidente de la Asamblea Nacional. Se ha especulado que una docena de guerrillas comunistas y espías cubanos desembarcaron en Venezuela en la playa de Machurucuto. Poco después, el Gobierno de Venezuela dio una rueda de prensa, en la que se denunció una agresión cubana contra Venezuela y mostrando a los dos cubanos capturados, Manuel Gil Castellanos y Pedro Cabrera Torres.
Cuba fue denunciada ante la OEA por Venezuela. Cuba no reconoció su acción, aunque la investigación de lo sucedido dio como resultado, que las AK 47 en posesión de los guerrilleros poseían seriales de armas vendidas por la República Checa al gobierno de Cuba. El Gobierno de Venezuela rompió toda relación con Cuba luego de este incidente, para luego retomarla en el 1974. Su principal misión era entrenar a la guerrilla ubicada en los Andes Venezolanos para tratar de derrocar al entonces presidente Raúl Leoni.
Al desmembrarse el mascarón de proa del PCV se inició contacto con militares venezolanos como William Izarra, por un lado, y Hugo Chávez y Arias Cárdenas por el otro. El 4 de febrero de 1992 sería la culminación de lo que no pudieron lograr los comunistas


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