MILITARISMO (V) EN VENEZUELA Por Víctor José López

Y Hugo Chávez lo copió y lo hizo
 bajo la supervisión de su maestro, Fidel Castro  
Partido Socialista Único de Venezuela, PSUV es el Estado Mayor de la revolución, según Américo Martín. Un hombre que vivió en las entrañas de la política desde la resistencia a Pérez Jiménez, líder en la lucha dentro de Acción Democrática y convertirse en militante de la izquierda violenta. Lo hizo Américo como líder universitario y a la vez como guerrillero activo. Américo Martín, en su libro “América y Fidel Castro” página 303 señala el que partido es: “Organización ajustada al modelo militar de modo que las órdenes se cumplan inmediatamente y sin alteraciones”.
Agrega el líder político “Disciplina supuestamente “consciente”, portadora de dos adjetivos mediáticos, fríos: férrea y monolítica. Según Américo en el partido están prohibidas las tendencias, o crear fracciones “porque dividir el partido – se refiere en este libro al partido de la Revolución de Cuba – sería dividir el país frente a sus contumaces enemigos”. 
Observación que consideramos válida y, sobre todo, vigente ya que la Venezuela revolucionara pretende ser un caldo de la Cuba castrista.
Remata sus conceptos Américo Martín con “... la mayoría no puede ser fuente de soberanía porque la clase obrera –el estamento capaz de liberar a la humanidad al liberarse así mismo, y, por eso precisamente es que dirige el proceso – es minoría, en tanto que el partido es minoría dentro de esa minoría. En consecuencia, la mayoría jamás podría prevalecer sobre esa minoría calificada y por el contrario tendrá que seguirla y aprender de ella.” 
Es la configuración del paquete leninista. Controlar a los militares, es controlar al país y perpetuarse en el poder ... Fidel, agrega Martín, lo entendió al instante porque sus propios hábitos organizativos y conspirativos lo conducían hacia ese desiderátum existencial. 
Norberto Ceresole, argentino montonero y luego peronista furibundo, al que Chávez conoció en 1994 en Buenos Aires le introdujo al militarismo de izquierda que para la época existía en el Argentina y en Uruguay. Sin embargo, Hugo Chávez, por su condición de “golpista”, fue rechazado en su primera visita al Uruguay por el general Liber Seregni del Frente Amplio. No lo recibieron porque era golpista y estaba fuera de toda la cultura izquierdista instalada en Latinoamérica. 
Ni Galeano lo quiso recibir. 
En Argentina también fue rechazado, lo hizo un personaje de segunda división, “El Chacho” Álvarez. La izquierda le cerró las puertas. Fue un duro golpe para el ego del Teniente Coronel. Un golpe sicológico. Norberto Ceresole  en su adoctrinamiento a Hugo Chávez le señaló la importante y muy necesaria penetración de las Fuerzas Armadas tradicionales por cuadros revolucionarios en el Partido Comunista de Venezuela en los años 60 y, a partir del 70, movilizar la Fuerza Armaba Bolivariana como factor de desarrollo de la soberanía, a partir del complejo cívico militar, construido inicialmente en torno a la tecnología de la industria bélica. Ceresole afirma: -Yo trabajé muchos años sobre el tema de la producción para la defensa; porque hay una estrecha relación entre tecnología militar... y pensamiento estratégico. Según Ceresole fue la tesis propiciada por la Unión Soviética en el Perú de Velazco Alvarado (1968) que consistía en propiciar una colaboración tecnológica tan amplia, que al principio a los peruanos les pareció sospechosa. Norberto Ceresole se incorporó a la Revolución Bolivariana en 1995. Lo hizo a través de publicaciones de prensa a raíz de una reunión con Hugo Chávez y Luis Alfonso Dávila en Buenos Aires (1994). Ceresole estuvo convencido, y de paso convenció a Chávez, que “sin Ejército no había política. Lo rearmé cuando participé en el proceso Velazco Alvarado en Perú.” 
Y Hugo Chávez lo copió y lo hizo bajo la supervisión de su maestro, Fidel Castro. 


Comentarios

Entradas populares