EL COMUNISMO NO DESCANSA Por Víctor José López
Salvo el poder, todo es ilusión.
LENIN
La madrugada del 3 de enero de 1989, escondido en oscuridad de la traición, Fidel Castro propuso en La Habana conducir a su país por el camino del Comunismo.
Lo armó con el grito de “Socialismo o muerte, marxismo leninismo o muerte”.
Por VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ
del libro INFATIGABLES
En agosto de 2017 y en Caracas, la Asamblea Nacional Constituyente de Nicolás Maduro le lanzó un torpedo a la linea de flotación de la Asamblea Nacional que 14 millones de venezolanos eligieron en diciembre de 2016, de la misma manera como los hermanos Vicario mataron a Santiago Nasar al frente de su casa en la novela de Gabriel García Márquez, “Crónica de una muerte anunciada”.
del libro INFATIGABLES
En agosto de 2017 y en Caracas, la Asamblea Nacional Constituyente de Nicolás Maduro le lanzó un torpedo a la linea de flotación de la Asamblea Nacional que 14 millones de venezolanos eligieron en diciembre de 2016, de la misma manera como los hermanos Vicario mataron a Santiago Nasar al frente de su casa en la novela de Gabriel García Márquez, “Crónica de una muerte anunciada”.
Así lo recuerda el doctor Luis Manuel Aguana, que remacha el clavo de la metáfora expresando su extrañeza en el caso de la novela de El Gabo porque “es que la victima ya había reconocido a su victimario, al aceptar concurrir a unas elecciones regionales con el mismo CNE lleno de fraude que dio origen a esa Constituyente. Pero entonces, a última hora, en un tardío ejercicio de sindéresis, decidió no reunirse con su victimario, dándole la excusa perfecta para el crimen a esa suerte de nuevos hermanos Vicario.- agrega Aguana que “Lo cierto es que en su traición reconocieron al CNE fraudulento de los 8.1M de votos fantasmas, al ir a elecciones con el ministerio electoral del régimen, pero no reconocen ahora a la Constituyente de Maduro que fue hija directa de ese CNE. ¿Quién los entiende? No mantuvieron su coherencia “incoherente” de la cual han hecho gala en los últimos tiempos. Pero es imposible vivir tolerando una traición.
El 30 de julio de 2017, tres décadas más tarde en Venezuela los subordinados al proyecto comunista de los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz, militares confundidos y chavistas, maleables al mandato invasor, surgidos de la capciosa elección de la Asamblea Constituyente Comunal asentaron con un auto golpe de Estado la dictadura de Nicolás Maduro.
El Régimen militar de formación castro-comunista, que en nombre de una revolución intenta proyectar la terrible no- che de las tinieblas forjadas en un patuque ideológico con el que asocian el pensamiento de Hugo Chávez se pretende coronar un régimen cuyo decálogo fue escrito desde los días de las guerrillas de los años sesenta, y de la fracasada insurgencia militar de 1992. Fórmulas trazadas por los miembros del Foro de San Pablo y por los seguidores del Socialismo del Siglo XXI, con Hans Dieterich, marxista alemán – mexicano, convertido en ideólogo de un proyecto de “democracia participativa y protagónica junto a las organizaciones de base”. Siniestro proceso revolucionario de izquierda, movilizado hacia los militares sin que lo percibiera la ciudadanía. Decantado que pasó desapercibido por los medios y por el establecimiento político.
En el partido Comunista de Venezuela y el Movimiento de Izquierda Revolucionara (MIR), fracción de la Juventud de Acción Democrática que reclamó la lucha contra la dictadura de Pérez Jiménez, abrogando aquellos méritos que reclamó el partido matriz, a pesar de la generosa cuota de mártires aportada durante los años de lucha clandestina, esas organizaciones nunca se plantearon seriamente derrotar a los militares con las acciones de las guerrillas. La idea siempre fue derrocar al gobierno. Llegar a la victoria con una alianza de los militares con los comunistas.
Testimonios de estos intentos “cívico – militares” de los comunistas pro castristas fueron El Carupanazo el 4 de mayo de 1962 cuando un grupo de oficiales comunistas de la Infantería de Marina, junto a dirigentes del PCV y del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) se alza- ron en armas contra el gobierno de Rómulo Betancourt en Carúpano. El alzamiento no contó con el respaldo popular y fue sofocado en menos de 24 horas, deteniendo a los conspiradores y a un diputado del PCV, Eloy Torres:
y El Porteñazo el 2 de junio de 1962 una sublevación en la base naval de Puerto Cabello (Edo Carabobo), dirigida por el capitán de navío Manuel Ponte Rodríguez, el capitán de fragata Pedro Medina Silva y el capitán de corbeta Víctor Hugo Morales. El gobierno respondió con la Fuerza Aérea y el Ejército produciéndose el combate que termina con un saldo de más de 400 muertos y 700 heridos. Tras estas sublevaciones Rómulo Betancourt ilegalizó el PCV y al MIR en todo el territorio nacional y mandó detener a sus principales dirigentes.
Como referencia importante está el intento de invasión por parte de militares cubanos, con la ayuda de guerrilleros venezolanos que fue pulverizada por el Ejército de Venezuela y la Guardia Nacional. Eran los invasores milicianos comunistas, venezolanos y cubanos, que el 8 de mayo de 1967 habían desembarcado en las playas de Machurucuto y el 11, a los tres días, habían sido reducidos. La principal misión era entrenar a la guerrilla ubicada en Los Andes, un viejo sueño de Fidel Castro que años antes en Santiago de Chile en una de sus peroratas en las kilométricas disertaciones que los fanáticos le aguantaban dijo, palabras más, palabras menos que “la Libertad de América Latina está cuando la guerrilla libere a los Andes”. Así que la misión de los invasores cubanos entesta oportunidad tenían la misión de llegar a los Andes venezolanos para tratar de derrocar al presidente Raúl Leoni y así Fidel Castro poner en su lugar a un títere suyo, como más tarde hizo Raúl su hermano entronizando en Mira ores su propio títere, Nicolás Maduro y así obtener los recursos venezolanos y con ellos financiar la intervención cubana en la Guerra Fría (EE.UU. Vs. Unión Soviética). En aquel intento junto a los cubanos estaba el hoy diputado por el Edo. Falcón Fernando Soto Rojas , más tarde presidente de la Asamblea Nacional y posterior- mente constituyente en el madurismo. Soto Rojas marchó al Medio Oriente para sumarse como hizo Illich Ramírez, (El Chacal), como combatiente a la Resistencia Palestina. En la invasión estuvieron entre otros, los cubanos Antonio (Tony) Briones, Manuel Gil Castellanos, Del Toro, Tomassevich , García Planas, Borges y Pedro Cabrera Torres.
La política de pacificación de Rafarel Caldera bajó la presión de la guerrilla replegándose e incorporándose al de- bate democrático de Venezuela. Anales del decenio de los años 90.
En 1972 Integrantes de las FALN ejecutarían el secuestro del empresario Carlos Domínguez Chávez (El Rey de la hojalata) por el cual se pagaría por vez primera un rescate en Venezuela. Fue en 1974 cuando se restablecieron las relaciones diplomáticas entre Cuba y Venezuela, rotas desde 1961.
El 27 de febrero de 1976 Jorge Rodríguez y David Nieves de la Liga Socialista secuestraron al industrial norteamericano de la Owens Illinois, William Frank Niehaus. El país quedó impactado pues hacía tiempo que no sucedía un secuestro de un personaje de tal nivel. Fue una operación al mejor estilo de la ETA o de las FARC, grupos terroristas que en el futuro del socialismo del chavismo sería prominentes aliados de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro. Entonces era el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, cuando suponían que los grupos revolucionarios que pudieran existir para ese año ya no estaban en una de guerrilla urbana. Jorge Rodríguez fue hecho preso, tortura- do y asesinado por la Disip. Carlos Andrés Pérez le declaró a Ramón Hernández y Roberto Giusti que “la muerte de Jorge Rodríguez – padre del siquiatra Jorge Rodríguez y de la militante pesuvista Delsy Eloina Rodríguez – la muerte de Jorge Rodríguez ocurre luego de su captura por la Disip, en un hecho de mucho forcejeo e incluso tiros. Lo cierto es que un grupo de agentes de la Disip sacó a Jorge Rodríguez de la sede del cuerpo. Lo llevaron a un sitio apartado y lo torturaron para tratar de sacarle información. Terminaron asesinándolo, pero llevaron el cuerpo de regreso a la Disip. Inmediatamente los hicimos presos – se refiere Pérez a los agentes de la Disip- Todavía deben estar pagando sentencia por la muerte de Jorge Rodríguez”... (Memorias proscritas página 268)
Hablamos del alba del imperialismo cubano, aquel que sobrado de egolatría pretendió sembrar su revolución en tierras del tercer mundo, ayudando la implantación o sostenimiento de gobiernos afines al marxismo-leninismo, El gobierno cubano lo justifica con el argumento que se trataba de «internacionalismo proletario».
Teodoro Petkoff, el 21 de mayo de 2008 en entrevista a la periodista Mirtha Rivero, La rebelión de los náufragos p 308 “... y como todo el mundo, y como Fidel Castro, por cierto, no podía pensar en otra cosa en Venezuela que no fuera un golpe de derecha. El primer mensaje de solidaridad con Venezuela y de rechazo al golpe (4F) fue el de Fidel Castro, porque él, como todos nosotros, pensó que el golpe era de derecha, Y la primera noción que yo tuve de que no era un golpe clásico –tipo gorila latinoamericano- fue a las seis de la mañana, cuando casualmente estaba en Radio Caracas porque iba a intervenir en un programa. Me encontraba ahí viendo en la televisión las declaraciones que daba un militar que se había levantado en Maracaibo, y Peter Bottome, que estaba al lado mío, me dio un codazo y me dijo: ese hombre es de izquierda”.
Las invasiones cubanas eran funcionales a los intereses geopolíticos de la Unión Soviética y en oposición a la política exterior de los Estados Unidos de América. La guerrilla urbana en Venezuela, fue dirigida por militares, lo mismo que los movimientos armados de 1992 que ocurrieron como tarjeta de visita, la irrupción del chavismo en el escenario político nacional que, más adelante, declinaría la influencia de sectores de la ultraderecha como fue del argentino Ceresole que logró vislumbrar a Hugo Chávez con los Kirchner en el poder en la Argentina, Lula y Rousseff en Brasil, Daniel Ortega en Nicaragua, Rafael Correa y su “revolución ciudadana” en Ecuador, Fernando Lugo en Pa- raguay, Evo Morales en Bolivia, Álvaro Uribe Vélez fuera del Palacio de Nariño y, en su lugar, el amigo de Fidel Castro y mejor amigo de Maduro –por instantes- ,Juan Manuel Santos, con su proyecto de insertar en el juego político de América a las FARC, Hugo Chávez avanzó en el sendero del autoritarismo convirtiendo en dictadura militar la opresión militar en 2014, el año cuando la era mostró dientes y garras ejerciendo feroz represión.
Todo comenzó cuando en la Plaza Brión de Caracas el 23 de enero de 2014 cuando se reunieron en Asamblea de Calle el Alcalde Metropolitano, Antonio Ledezma, Corina Machado y Leopoldo López, y presentaron una propuesta constitucional para la crisis política con el slogan “La salida es la calle”.
Leopoldo explicó repetidamente de qué se trataba aquel movimiento constituyente, con la participación activa y consulta permanente el pueblo originario en Asambleas de Calle organizando la Salida del chavismo. El proyecto de un país federativo, una sociedad confirmes fundamentos sociales y educacionales en la familia debería se explicado en las calles en asambleas con funciones didácticas.
En este proyecto, como insistió Leopoldo, lo más importante es el ciudadano: activo y enterado. La idea de Antonio, Leopoldo y María Corina era la de explicar a través de los medios y asambleas de calle era explicar los caminos a transitar para cambiar de régimen. Un cambio pací co y sustentado en las leyes y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Ante agresividad de las fuerzas del orden público, la estopa encendida que provocó protestas estudiantiles en el Táchira, Mérida, Carabobo y Caracas, la Guardia Nacional (GNB) y las policías de los municipios afectos al régimen chavista reprimieron y encarcelaron a los ciudadanos que ejercían su indeclinable derecho a disentir y protestar.
El dirigente de Voluntad Popular Carlos Vecchio fue impedido de ir al Táchira para participar en una asamblea: se violaba el derecho constitucional del libre tránsito en el territorio nacional.
Vísperas del 12 de febrero de 2014, los estudiantes de toda Venezuela convocaron reuniones, manifestaciones, trancazos, marchas, caminatas, todas expresiones de protesta pacífica. Leopoldo, junto a María Corina, Carlos Vecchio, Gaby Arellano y Alcalde Antonio Ledezma se concentraron en la Plaza Venezuela. La manifestación del 12 de febrero de 2014 se dirigió al medio día, en orden y pacífica protesta a la Fiscalía General de la República. Luisa Ortega Díaz no los quiso recibir, tampoco aceptó el documento que in- tentaron entregarle. La determinación de la Fiscal General fue la de ignorar el derecho constitucional que tienen los ciudadanos como manifestantes y que en el tiempo han provocado las más cruentas violaciones de los Derechos Humanos por parte del régimen chavista, que fue y ha sido Luisa Ortega Díaz abanderada en actitudes represivas y contrarias a la prédica que ahora promueve al encontrarse en la acera de enfrente en una oposición al madurismo. evocatoria de los fundamentos del chavismo fundados en la doctrina del Socialismo del Siglo XXI.
Leopoldo López ordenó a las dos de la tarde el retiro de la concentración. Momentos más tarde, una hora, más o menos, corrió la trágica noticia del asesinato de Bassil da Costa en cercanías al edificio de la Fiscalía. Más tarde llegó la noticia de la muerte de Juancho Montoya, miembro de un colectivo paramilitar del régimen. Las noticias enervan a decenas de jóvenes que manifiestan, entre estos los estudiantes Marco Coello, Christian Holdack, Ángel González y Demián Martín que fueron detenidos y sometidos por las fuerzas del orden público. Leopoldo, Ledezma y María Corina, en rueda de prensa denuncian la violencia ejercida por los grupos armados, junto a la atribución de la violencia desenfrenada insisten en mantener su llamado a la protesta pacífica no violenta. Sin embargo, siguen llegando noticias fatales: Roberto José Redman es reportado asesinado.
La jueza 16 de Control, Ralenys Tovar Guillén ordena la captura de Leopoldo López. Apoyado en esta orden, Nicolás Maduro responsabiliza a Leopoldo y al ex presidente Álvaro Uribe de las muertes ocurridas durante la jornada de protesta en Caracas.
El capitán Diosdado Cabello, para entonces Presidente de la Asamblea Nacional, allana con encapuchados armados las casas de Leopoldo y de su padre, Leopoldo López Gil. Diosdado Cabello lleva la misión de convencerlo que huy del país. El líder se entera de la acción del militar, y desde la clandestinidad y a través de un video de Youtube convoca a una concentración para el 18 de febrero. La intención de Leopoldo era la de aclarar lo sucedido el Día de la Juventud, 12 de febrero. Solicitará públicamente, así lo dice en la grabación “se libere a los arrestados y el desarme de los colectivos paramilitares”.
La razzia ordenada por Diosdado se intensifica con persecuciones y allanamientos. La sede de Voluntad Popular fue de inmediato irrumpida , ordenándose paralelamente la captura de Leopoldo López y de Carlos Vecchio.
La ciudadanía respondió con inmediatez con una gigantesca concentración en la Avenida Francisco de Miranda. Miles de ciudadanos, vestidos de blanco su mayoría, llenaron la avenida. Leopoldo, en la clandestinidad, sorprende con su aparición en la Plaza Brión donde se reúne con su esposa Lillian Tintori, y pronuncia un discurso. Breve pero contundente. El líder surge de entre los ciudadanos, donde se había internado en una motocicleta en las propias narices de los esbirros militares que llenaron los espacios. Lo hizo aprovechando la concentración. Llegó desde la clandestinidad, desde donde había anunciado que se pondría a Derecho. Había propuesto hacerlo ante la Fiscal General Luisa Ortega Díaz, pero ésta, esquiva como siempre cómplice de los militares para evitar enfrentar a Leopoldo que cumpliría así ante la vista de todos su deber ciudadano: obedecer el mandato de la jueza 16 de Control.
Mientras los ciudadanos estaban reunidos, las fuerzas militares arremetieron y asesinaron a Génesis Carmona... Leopoldo López, ante el asombro e incredulidad del capitán Diosdado Cabello, se entregó en la Plaza Brión. Los guardias no le permitieron ir hasta la Fiscalía. Lo sacaron en volandas hasta una camioneta que llenaron con oficiales de la GNB, contraviniéndose los protocolos judiciales de la nación.
Hasta la media noche lo ruletearon en la mejor de las versiones del secuestrador, hasta enjaularle en la Prisión de los Procesados Militares de Ramo Verde sin haberse cumplido el más mínimo de los requisitos del Debido Proceso.
Al siguiente día – 19 de febrero de 2017 –, el diario oficialista Últimas Noticias dirigido por el periodista Eleazar Díaz Rangel, de indudable obediencia al régimen chavista, publicó el resultado de una investigación de la periodista Tamoa Calzadilla en la que se demuestra cómo fueron los funcionarios , policiales del Gobierno los que quizás asesinaron a Bassil da Costa y a Juan Montoya. A éste, su propio hermano, Jonny Montoya fundador de la Policía Nacional Bolivariana, ha declarado “lo asesinaros dos colectivos”. Agregó a su declaración, que la Fiscal Luisa Ortega Díaz no calificó en beneficio de Leopoldo López, sino que la eludió,
Durante las protestas del 12 de febrero del año 2014, Juan Crisóstomo Montoya, “Juancho”, jefe del Secretariado General Revolucionario de Venezuela, fue asesinado y a la fecha su hermano Jonny Montoya, fundador de la Policía Nacional Bolivariana, busca sin descanso hacer justicia por su muerte.
Nicolás Maduro, en algunos de sus discursos ha mencionado su amistad con “Juancho” Montoya. Con respecto a ello, Jonny Montoya le envió este mensaje:- “Si tú dices que eres amigo de mi hermano, cómo es posible que tú dejes que dos colectivos queden impunes ... Camarada, no sigas utilizando la muerte de “Juancho”. Haz justicia. Tienes la posibilidad de hacerlo con la muerte de mi hermano (...) Si no quieres ayudar, no mandes a que me persigan, a que me hostiguen”.
Montoya asegura que los medios de comunicación también le han cerrado las puertas al no ofrecerle un espacio dentro de los mismos. En el canal del Estado, Venezolana de Televisión, sus peticiones fueron rechazadas habiendo en reiteradas ocasiones solicitado el “derecho a réplica” luego de que este medio lo tildara de traidor. Ha dicho Jonny Montoya, “Si nosotros criticábamos la cuarta república, ahora es peor la corrupción y la incomunicación. La mayoría de los medios de comunicación están controlados, 90% de ellos están sometidos“.
La exclusiva de Runrun.es y Univisión, trabajo de investigación que realizó el equipo de Últimas Noticias fue censurado. La nota informativa escrita por la periodista Laura Weffer y estaba prevista que saliera el domingo 16 de marzo.
Eleazar Díaz Rangel, sostuvo una fuerte discusión vía telefónica con Tamoa Calzadilla quien tras su renuncia indicó que en el medio de comunicación “necesitan a un operador político”. Después de 15 años en el grupo editorial Cadena Capriles, Calzadilla aseguró que sus argumentos fueron periodísticos, mientras que Díaz Rangel “esgrimía razones políticas para no publicar el trabajo”.
Tras la renuncia de Calzadilla sus compañeros de trabajo realizaron una asamblea y, posteriormente, una protesta solidaria en sus puestos de trabajo colocando carteles que decían: “El periodismo primero”, frase mencionada por Nathalie Alvaray, periodista que se desempeñaba como vice- presidenta de Medios en Cadena Capriles, quien también renunció argumentando presiones del nuevo presidente editor, David De Lima, político y abogado ligado al gobierno de Nicolás Maduro. El miércoles 19 de marzo periodistas y escritores expresaron en el Teatro Chacao Miranda su solidaridad con las periodistas Tamoa Calzadilla y Laura Weffer.
Una vergüenza, estas manifestaciones contra Díaz Rangel, quien en días aciagos para la Libertad de Prensa alcanzó notabilidad profesional más por su actitud ante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez que por su servil actitud con regímenes policiales o militares en funciones de Comisario Político.
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